A la izquierda vemos a Sheto, de 17 años; a la derecha, su hermana Nodi, de 14 años; y abajo, su prima Sume, de 8 años. Las tres comparten una habitación con una sola cama en un burdel. Sheto se caso por primera vez con 12 años. Su esposo no quería el hijo, así que empezó a maltratarla cuando estaba embarazada. Tras tener al niño se escapo con él, echándose a la calle a mendigar. El marido la encontró y se quedo con el niño, que después vendió a otra mujer por el dinero equivalente a un dolar americano. Mas tarde, le ofrecieron trabajar en una fabrica, pero fue engañada y vendida a un burdel. Trabajo allí durante un año hasta que fue liberada. Volvió a su pueblo y se caso otra vez. A los siete meses abandono a su segundo marido porque este también la maltrataba: en la ultima paliza le partió dos dientes de un puñetazo. Entonces retorno de nuevo al burdel. Nodi se escapo de casa tras enamorarse de un chico hindú, y termino en el prostíbulo junto a su hermana. La madre de la niña, Sume, también es prostituta.
Se estima que unos 13.000 niños trabajan en el negocio de la prostitución en Bangladesh. Mas de 20.000 viven en los barrios rojos de este país, viendo diariamente a sus madres hacer su trabajo. La mayoría de ellos acaba viviendo de lo mismo, entrando normalmente en la profesión antes de los 12 años.VIA: INNER PENDEJO
